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Viajeros felices, viajeros productivos

12/3/2019

Tecnología, bleisure o técnicas posturales ayudan a reducir el estrés asociado a los viajes de negocio

La felicidad aumenta la productividad más de un 80%. Y aunque la palabra «viaje» se asocia a la placidez y el descanso, lo cierto es que los viajeros de negocio a menudo sufren estrés asociado a sus desplazamientos.

Las preocupaciones asociadas al tiempo que van a pasar fuera de casa son la primera fuente de preocupaciones, que se ven reemplazadas, ya en el aeropuerto o en la estación, por la gestión del equipaje y las tediosas esperas en las colas de control, embarque o acceso. Y la ansiedad a menudo no desaparece en el destino, ya que una gran mayoría de los viajeros de negocio se preocupan por el hecho de que sus desplazamientos por trabajo no les impidan seguir llevando sus rutinas de dietas o ejercicio.

Según los expertos que participaron en la jornada «Business Traveler y la importancia del bienestar», del IE Tourism Club, en el estrés o fricción asociada a los viajes también influyen factores como el género, la lengua o la duración del viaje: las mujeres suelen sufrir en mayor medida las posibles incomodidades asociadas al desplazamiento; por otro lado, el hecho de no poder comunicarse en la lengua del país de destino o que éste sea muy lejano y obligue a pasar mucho tiempo fuera son también circunstancias que suman ansiedad al viajero.

Pero, pese a las posibles incomodidades, los viajes son siempre un instrumento de crecimiento personal y considerarlos como tal es el primer paso para eliminar el estrés a ellos asociados. La doctora Paloma Fuentes introduce un interesante matiz en la felicidad: mientras que el bienestar llega desde fuera y genera un efecto dentro de nosotros, la felicidad se trabaja desde dentro y supone modificar comportamientos. Por lo tanto, el viajero puede poner de su parte para hacer que sus viajes sean más satisfactorios, con rutinas para dormir mejor o técnicas posturales que, aplicadas durante los trayectos, permiten llegar más descansado y sentirse mejor.

Por otro lado, la tecnología también es un elemento clave para aumentar el bienestar de los viajeros durante sus desplazamientos: permite tener siempre disponible toda la información, lo que aporta un plus de seguridad, además de agilizar los procesos.

Y, por último, la práctica del bleisure es también un factor que puede ayudar a minimizar las fricciones del viaje: en muchos casos resulta más costoso para la empresa un billete de vuelta el viernes que el domingo y facilitar al viajero que disfrute de ese tiempo extra de ocio –siempre con requisitos bien definidos en la política de viajes– puede suponer un plus de bienestar y, por tanto, de productividad añadida.

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