Aldeas para eventos, una tendencia para reuniones de empresa
Los pequeños pueblos abandonados se han convertido en una opción diferente y sostenible para todo tipo de eventos corporativos
Creatividad y personalización son dos claves irrenunciables para alcanzar el éxito en un evento. Y no solo se logran en el programa de actividades: el mismo lugar elegido para realizar una reunión puede convertirse en una experiencia.
Este es el objetivo de las aldeas para eventos, una fórmula turística que nació para convertir pueblos abandonados en alojamientos rurales y que se han posicionado como localizaciones únicas para eventos diferentes.
Provincias como Burgos, Huesca, Guadalajara, Orense o Soria albergan no pocas ofertas de aldeas que pueden alquilarse para celebrar eventos de empresa. Entre sus ventajas, además de la originalidad del escenario, encontramos también la sostenibilidad que guía los distintos proyectos turísticos: las reconstrucciones de los pueblos se suelen llevar a cabo con criterios ecológicos y respetando las tradiciones locales, lo que supone un valor añadido para los asistentes a un evento corporativo.
A todo esto hay que añadir la vertiente gastronómica de la mayoría de las aldeas para eventos: en sus calles es frecuente encontrar restaurantes donde disfrutar de una exquisita cocina con ingredientes locales y cuidadas elaboraciones.
Los organizadores de eventos que apuestan por una aldea para celebrar su experiencia corporativa consiguen, por tanto, que el mismo lugar forme parte del storytelling de su acción, al mismo tiempo que regalan una experiencia a los asistentes y refuerzan la responsabilidad social corporativa de su marca al apostar por entornos medioambientalmente sostenibles.