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5 errores que se deben evitar en vuelos de larga distancia

22/7/2019

Combatir la deshidratación, la mala circulación y los cambios de temperatura es fundamental para llegar al destino del viaje de negocios en plena forma

Los vuelos de larga distancia son una constante para muchos viajeros de negocio de empresas internacionales y con actividad global. Sin embargo, cuando se afrontan por primera vez es importante tener en cuenta algunas particularidades que permitirán al viajero llegar a su destino en condiciones óptimas para afrontar sus reuniones con la máxima productividad.

En los vuelos de larga distancia conviene evitar cinco errores que incrementan el cansancio del viajero corporativo y pueden tener incidencia sobre su salud:
 

  1. Vestir prendas excesivamente ajustadas. La presión de la altitud hace que el sistema circulatorio funcione con mayor dificultad y, por tanto, se hinchen las extremidades. Si, además, llevamos prendas que compriman ciertas zonas del cuerpo (especialmente las piernas), corremos el riesgo de sufrir trombos. Es por ello que resulta recomendable vestir prendas holgadas para los vuelos largos, a ser posible de tejidos transpirables (como algodón o lino) o, en su defecto, llevar una muda con un cambio más cómodo para las horas de vuelo. Asimismo, también es aconsejable llevar zapatos cómodos y ropa de abrigo para combatir los cambios de temperatura habituales en la cabina del avión.
  2. Permanecer demasiado tiempo en la misma posición. Por los problemas circulatorios ya mencionados, es importante que, en la medida de lo posible, el viajero mueva las extremidades para favorecer la circulación sanguínea y evitar el agarrotamiento muscular. Se recomienda realizar estiramientos de tobillos, rodillas, pies, cadera, cuello y brazos, así como moverse por el pasillo del avión, siempre y cuando las condiciones del vuelo lo permitan, y nunca en el momento de uso obligatorio del cinturón.
  3. Descuidar la alimentación. Para llegar en plena forma al destino es importante alimentarse bien. En este sentido, si el viajero tiene intolerancias o alergias alimentarias debe comunicarlo a la aerolínea al menos con 24 h de antelación para que lo tengan en cuenta en la elaboración de los menús. También resulta interesante llevar algún snack, como frutos secos, para poder combatir ataques de hambre entre horas que hacen recurrir a propuestas prefabricadas poco saludables. 
  4. No hidratarse. La humedad dentro de los aviones es más baja de lo normal (no suele superar el 20%), por lo que es importante combatir la sequedad manteniendo altos los niveles de hidratación, con agua, zumos y alimentos con alto contenido en agua, como las frutas. También es aconsejable evitar las bebidas alcohólicas y el café, además de contar con soluciones salinas para combatir la sequedad nasal y ocular.
  5. Olvidar el kit de sueño. Horas de vuelo equivalentes a una jornada de trabajo son tentadoras para avanzar tareas pendientes, pero lo recomendable es descansar para llegar en plena forma a las reuniones programadas. Y, como los ruidos y las luces en cabina no siempre lo permiten, es importante contar con complementos como un antifaz, una almohada y tapones para los oídos.
 
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